VIVIENDO EN LA ABUNDANCIA como los jóvenes llenos de vida. Y, por último, sabes que la vida te ofrece todos sus atractivos y frutos ¡a ti! Porque cuando vivimos despreocupadamente, felices y plenos, lo bueno acude a nosotros porque estamos receptivos a captarlo. ¡Hazte una imagen mental de ti mismo recibiendo toda esa abundancia!: conoces personas maravillosas que se convierten en estrechos amigos, tienes trabajos hermosísimos, disfrutas de la música y mil bienes más que ni sabías que existían.