Licenciado en Psicología por la Universidad de Deusto, al terminar se especializó en psicología clínica con la Asociación Española de Psicología Clínica Cognitivo Conductual.
Comenzó su carrera en el mundo de la psicología llevando a cabo Terapia Breve Estratégica, como hizo Rafael en sus inicios. Trabajó para la Federación de Euskadi de Asociaciones de Familiares y Personas con Enfermedad Mental así como para algunas de sus asociaciones (FEDEAFES, ASASAM, ASAFES). Simultáneamente trabajó para la Diputación Foral de Álava en sus residencias y centros de día. Posteriormente también se encargó de su programa de apoyo psicológico domiciliario y del grupo de ayuda mutua gestionado por el área de bienestar social.
Iker también cuenta con experiencia en el campo de la formación de estudiantes habiendo impartido cursos, talleres y charlas sobre inteligencia emocional, habilidades sociales, intervención en casos de conductas disruptivas, etc. También ha colaborado con diferentes equipos deportivos infanto-juveniles, formando y asesorando a sus entrenadores para ayudarles con la gestión emocional y rendimiento de sus jugadores.
Iker tuvo una experiencia análoga a la de Rafael cuando descubrió la psicología cognitiva y vio claro que esta metodología es la más profunda, eficaz y directa para la transformación personal. A partir de ahí, inició un camino de transformación personal que le marcaría para siempre.
Los pacientes de Iker le definen como “el mejor entrenador”: exigente, pero comprensivo; técnicamente, un crack, pero también un gran amigo. Iker va más allá de lo que se podría esperar de un terapeuta, es un catalizador del cambio, un escultor de nuevas personalidades.