Pensamientos intrusivos: ejemplos y cómo superarlos

¡Hola amig@s! Hoy vamos a hablar de algo que muchísimas personas experimentan pero que, a menudo, les genera mucha angustia: los pensamientos intrusivos y ejemplos de éstos.

Seguro que en algún momento has tenido un pensamiento que te ha asustado o incomodado tanto que te preguntas: “¿Por qué me pasa esto?”. Pues bien, no estás sol@.

Estos pensamientos no son más que imágenes o ideas que aparecen de forma involuntaria en nuestra mente y, aunque puedan ser perturbadores, no reflejan lo que realmente sentimos o queremos. Vamos a profundizar un poco más en esto, con algunos ejemplos y, como siempre, soluciones para gestionarlos.

¿Qué son los pensamientos intrusivos?

Los pensamientos intrusivos son ideas, imágenes o impulsos que surgen de manera involuntaria en nuestra mente, y suelen tener un contenido que nos resulta desagradable o inquietante.

Lo importante que hay que saber es que son normales, les ocurren a casi todo el mundo, y no significan nada malo sobre ti.

Sin embargo, si les damos demasiada importancia o intentamos bloquearlos, es cuando se convierten en un problema.

Vamos a ver algunos ejemplos de pensamientos intrusivos para que puedas entender mejor cómo funcionan y qué tipos de ideas pueden aparecer.

Ejemplos de pensamientos intrusivos

  1. Pensamientos intrusivos de muerte
    Estos pensamientos pueden incluir imágenes o ideas relacionadas con la muerte propia o de seres queridos. Ejemplo: estás en un puente y de repente te surge la idea de “¿y si me caigo o salto?”. Estos pensamientos son muy comunes y, aunque pueden asustar, no significan que tengas deseos de hacer daño.
  2. Pensamientos sobre la sexualidad
    En este caso, puedes tener pensamientos intrusivos sobre comportamientos sexuales que no te identifican en absoluto, o que te resultan incómodos. Un ejemplo típico sería tener un pensamiento de carácter sexual hacia una persona inapropiada (como un familiar o alguien que no te atrae). Estos pensamientos, aunque desagradables, no son indicativos de lo que realmente deseas o sientes.
  3. Pensamientos intrusivos relacionados con la ansiedad
    Este tipo de pensamientos intrusivos de ansiedad suelen ir acompañados de un miedo intenso. Ejemplo: estás en un lugar público y de repente piensas: “¿y si me desmayo delante de todos?” o “¿y si me vuelvo loco?”. Estos pensamientos son reflejos de la ansiedad que, a veces, se manifiesta en forma de catástrofes imaginarias.
  4. Pensamientos violentos
    Otro tipo de pensamientos intrusivos pueden ser de naturaleza violenta, como imaginar que haces daño a alguien sin querer, o pensar: “¿y si golpeo a esa persona?”. Esto puede generar mucho miedo y culpa, pero es importante recordar que estos pensamientos no te definen ni significan que vayas a actuar de esa manera.

¿Por qué ocurren estos pensamientos?

Los pensamientos intrusivos ocurren porque nuestro cerebro está constantemente generando ideas y, de vez en cuando, una de ellas puede ser extraña o perturbadora.

¡Es totalmente normal!

El problema viene cuando les damos demasiado peso o los interpretamos como una señal de algo malo. Esto solo genera más ansiedad y, cuanto más intentamos no pensar en ello, más presentes se vuelven.

Es como intentar no pensar en un elefante rosa… ¡lo primero que haces es imaginarlo!

¿Cómo luchar contra los pensamientos intrusivos?

Lo primero que quiero decirte es que puedes aprender a gestionar estos pensamientos.

No estás condenad@a vivir con ellos, y con algunas estrategias y el enfoque adecuado, puedes reducir su impacto en tu vida.

  1. No te pelees con ellos
    Lo peor que podemos hacer es intentar forzar nuestra mente para que no piense en algo. Cuando un pensamiento intrusivo aparezca, acéptalo como una idea pasajera, algo que no tiene poder sobre ti. Déjalo estar y pasará.
  2. Desmonta el miedo
    Si el pensamiento te asusta, pregúntate: “¿Qué prueba real tengo de que esto sea peligroso o que de verdad quiera hacerlo?”. A menudo, los pensamientos intrusivos son irracionales y exagerados, y simplemente al desmenuzarlos se debilitan.
  3. Práctica de la atención plena
    El mindfulness o atención plena es una técnica muy eficaz para desactivar los pensamientos intrusivos. Consiste en enfocar tu atención en el presente, sin juzgar los pensamientos que vengan. Así, en lugar de luchar contra ellos, aprendes a observarlos sin reaccionar.
  4. Terapia cognitivo-conductual (TCC)
    En este enfoque terapéutico, se trabaja para identificar y cambiar los patrones de pensamiento negativos. Si los pensamientos intrusivos están afectando tu vida, la TCC es una herramienta poderosa para entrenar tu mente y aprender a no darles importancia. Aquí puedes encontrar más información sobre el tratamiento de los pensamientos intrusivos con la TCC en este artículo.

No estás sol@ en esto

Si los pensamientos intrusivos te están agobiando, no dudes en buscar ayuda. Estos pensamientos, aunque molestos, pueden gestionarse con las estrategias correctas. Si sientes que necesitas apoyo adicional, ¡el equipo de Rafael Santandreu está aquí para ayudarte!

Recuerda, estos pensamientos no definen quién eres, y con un enfoque adecuado, puedes liberarte de su peso. ¡Tú tienes el control!

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