Pensamientos intrusivos de ansiedad: tipos y cómo manejarlos

¡Hola amig@s! Hoy vamos a hablar sobre los pensamientos intrusivos de ansiedad!

Estos pensamientos son pequeños «bichitos mentales» que aparecen sin invitación, generando un malestar tremendo. Es como si se colaran en nuestra mente de repente y nos hicieran sentir inseguros, inquietos o hasta aterrorizados.

La buena noticia es que no tienen poder real sobre nosotros, y con el enfoque adecuado, podemos aprender a manejarlos y vivir con total tranquilidad.

¿Qué son los pensamientos intrusivos de ansiedad?

Los pensamientos intrusivos son ideas, imágenes o impulsos que llegan a nuestra mente de manera espontánea y que nos generan incomodidad, miedo o ansiedad. Son, en el fondo, pensamientos irreales que solemos interpretar como peligrosos o amenazantes, y ese es precisamente el problema: los interpretamos como algo grave cuando no lo son.

Pero recuerda, no importa lo horribles que parezcan, no significan nada real.

Tipos de pensamientos intrusivos que generan ansiedad

Los pensamientos intrusivos se presentan de muchas formas, y dependiendo del tipo, pueden aumentar nuestra ansiedad de manera distinta. Hay muchos ejemplos de pensamientos intrusivos, per te dejo aquí algunos de los más comunes:

1. Pensamientos de daño o violencia

Son esos pensamientos en los que te imaginas haciendo daño a alguien, incluso a alguien que amas. Por ejemplo, podrías estar cocinando y de pronto te viene la imagen de hacer daño con un cuchillo.

¡Esto asusta un montón!

Pero es clave recordar que son solo imágenes mentales sin base en la realidad. Estos pensamientos no significan que desees realmente hacer daño a nadie.

En el libro Sin Miedo, Rafael Santandreu comparte casos de personas que experimentan este tipo de pensamientos y cómo no tienen relación alguna con el deseo real de lastimar.

2. Pensamientos sexuales inapropiados

Aquí entran pensamientos intrusivos de carácter sexual que pueden ser desagradables o inapropiados para la situación en la que te encuentras.

Por ejemplo, podrías estar hablando con alguien y, sin querer, aparece una imagen sexual que te incomoda.

Este tipo de pensamientos suele generar mucha ansiedad porque puede hacerte dudar de tu carácter o tus intenciones, pero son solo ideas pasajeras que no dicen nada sobre ti como persona.

3. Pensamientos de contaminación o suciedad

Este tipo de pensamientos están muy ligados a la ansiedad y suelen aparecer en personas con tendencias obsesivo-compulsivas.

Te preocupas excesivamente por gérmenes, por la limpieza, o por la posibilidad de contaminarte o contaminar a los demás.

La mente te lanza pensamientos intrusivos como

  • «¿Y si toqué algo sucio?»
  • «¿Qué pasa si me enfermo?»

Aquí es donde la ansiedad crece, pero lo importante es recordar que el peligro percibido no es real.

4. Miedo al futuro o a lo que podría pasar

Los pensamientos de ansiedad también pueden estar centrados en el futuro, haciendo que nos imaginemos los peores escenarios posibles.

Este tipo de pensamientos incluyen preocupaciones como:

  • «¿Y si pierdo mi trabajo?»
  • «¿Y si mi relación se acaba?»
  • «¿Y si enfermo?»

Estos escenarios catastrofistas alimentan la ansiedad, pero es importante recordar que no predicen el futuro, solo están generados por la mente ansiosa.

Cómo manejar estos pensamientos intrusivos

La clave para tratar los pensamientos intrusivos de ansiedad no está en intentar evitar o luchar contra ellos, sino aceptar que son solo pensamientos sin valor.

En lugar de pelear contra ellos, podemos dejar que vengan, observarlos con calma y permitir que se vayan sin más. Aquí algunos tips que te pueden ayudar:

  • No les des poder: cuando un pensamiento intrusivo aparezca, no te asustes ni le des importancia. Es solo un pensamiento, no una realidad.
  • Permite que estén ahí: en vez de intentar deshacerte de ellos, observa el pensamiento sin reaccionar. Al no resistirlo, perderá fuerza.
  • Sé paciente contigo mismo/a: es un proceso que toma tiempo, pero con práctica aprenderás a no dejar que estos pensamientos te afecten.

Pensamientos intrusivos de ansiedad: fragmento de Sin Miedo

Os dejo aquí un pequeño fragmento del libro «Sin miedo» sobre los pensamientos intrusivos:

Muchos pacientes me hacen con frecuencia la siguiente pregunta: 

—¿Por qué tengo pensamientos obsesivos? ¿Qué anda mal en mi mente? 

—Lo único que anda mal es que has caído en una trampa mental —les respondo siempre—. Es posible que tengas una  ligera tendencia neuronal a caer en esa trampa, pero esa vulnerabilidad sólo supone un 3 % del problema. 

—Ah, entonces ¿sí hay un defecto en las neuronas, aunque sea pequeño? —suelen preguntar. 

—Sí, pero funciona de manera idéntica al tabaco. La nicotina provoca que caigamos en la trampa mental de la  adicción a través de una sensación física menor, un ligero nerviosismo, y eso desata de inmediato la adicción mental.  La sensación física inicial que provoca la nicotina es una  tontería, muy fácil de llevar y superar. El verdadero problema es el miedo que, a partir de ahí, desarrolla el fumador y  que desencadena el síndrome de retirada, es decir, la extraordinaria ansiedad. 

—De acuerdo. Entonces, hay algo fisiológico, pero es minúsculo. El problema central está en la mente y en lo que  hago a nivel de pensamiento y acción, ¿verdad? 

—Exacto: deja de preguntarte si lo que tienes es físico o mental porque la buena noticia es que se cura por completo  con psicología, y eso es lo que vas a hacer —concluyo. 

Recuerda que tienes el poder de cambiar la relación con tus pensamientos, y si necesitas ayuda en el camino, el equipo de Rafael Santandreu está aquí para apoyarte ya sea presencialmente o a través de terapia online.


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