En este tercer manual seguiremos aprendiendo psicología cognitiva: se trata especialmente el estrés en el trabajo, la capacidad para tomar decisiones y nuevos argumentos para seguir siendo felices en la enfermedad, entre muchos otros temas. Todos los libros se pueden leer independientemente de los demás.
Los modelos aquí son la familia Kaupfmann, que tuvieron varios hijos autistas e hicieron de ello su pasión y alegría; y Amalia Barbosa, una profesora tetrapléjica feliz de la vida gracias a su filosofía interior.
acabo de terminar de leer el libro y puedo decir que me gustado mucho creo que tiene unos puntos muy buenos y que leerlo produce alegría.
Gracias Rafael por dedicarnos tus palabras.
Un abrazo.
Ana Esnaola
buenas rafael,la nolopuedosoportitis la baja tolerancia a la fustracion y el catastrofismo de beck,son iguales? gracias.
Hola Ana. Nos encanta que la lectura de «Ser feliz en Alaska» te haya producido alegría». Un abrazo!
Hola David. Los dos tipos de terapias son cognitivas y tienen ciertos aspectos que coinciden. Un abrazo!
Mi querido Rafael:
he leido con entusiasmo tu nuevo libro, y al igual que los anteriores, he disfrutado intensamente con el aprendizaje de la vida que nos enseñas con tus sabios consejos.
Ser feliz en Alaska, es mucho mas que eso, mucho mas que un libro, son muchas lecciones de aprendizaje hacia el camino de la felicidad.
Muchas gracias por ello.
Me emocioné mucho al leer la dedicatoria del libro hacia tu madre. Yo la perdi hace un tiempo.
Disfrutala y amala mucho.
Muchas gracias, por todo lo que con tus libros y charlas a mi me has dado.
Marijo.
Hola Marijo, gracias por tus comentarios! Nos alegra mucho que estés disfrutando de “Ser feliz en Alaska”! Un abrazo!
Hola Rafael
Te conocía a raíz de la entrevista en el programa de Jaume Barberá y luego me he interesado por lo que has escrito.
Ahora acabo de leer el libro y me ha encantado. Además de sintonizar con las reflexiones que aporta me ha gustado las herramientas que das para lograr esa sintonización con los canales positivos.
Viniendo del mundo del deporte, la lectura de un libro tan optimista la compararía con la charla que da Al Pacino en ‘Un domingo cualquiera’. Los jugadores salían de ese vestuario con un ánimo distinto.
Muchas gracias y enhorabuena.
Que bien que el libro te haya gustado!!
Un abrazo!