Los seres humanos nos deprimimos ante un abandono, simple y llanamente, porque no pensamos adecuadamente, porque sostenemos un sistema de valores inadecuado. ¡Nadie tendría por qué entristecerse tanto por esa razón! Hacerlo es traicionar a la maravillosa vida.
Precisamente, siempre que recibo a un paciente así, le hablo de la vida. Muchas veces me levanto de la silla, me dirijo a la ventana y señalo fuera: luce el sol, se ve un trocito de cielo azul brillante y las copas de los árboles agitan sus grandes melenas de hojas.
El amor sentimental es hermoso, pero aún lo es más la vida. ¡Mucho más!

Fuente: ideasimprescindibles.es