Tenemos que comprender que somos humanos y que, de vez en cuando, durante el resto de nuestra vida, fallaremos. En este sentido, nos convendría ser conscientes, también, de que por mucho que maduremos y nos convirtamos en personas felices (con la técnica cognitiva o con otra), nunca estaremos completamente libres del problema de terribilizar. Los seres humanos somos así: erramos. Así que es mejor ser pacientes con nosotros mismos y relajarnos cuando caigamos en esas alteraciones emocionales que nosotros mismos nos provocamos.
Fuente: blogdochicopereira.com