La rana que nunca se rindió.
Érase una vez dos ranas que se cayeron en un cubo de nata para montar. Eran amigas, aunque muy distintas, tanto físicamente como de carácter. Una era grande y parda, y la otra era pequeña y verde brillante. La parda exclamó:—¡Ay! ¡Me estoy ahogando, me estoy ahogando!En cambio, la pequeñita …