Ansiedad anticipatoria causas y cómo superarla con 4 pasos

¡Hola amig@s! Hoy vamos a explorar la ansiedad anticipatoria, sus causas y cómo superarla.

Se trata de ese fenómeno tan habitual que aparece cuando nos adelantamos a los hechos y nos preocupamos por lo que podría suceder.

  • ¿Por qué nos pasa?
  • ¿Qué la desencadena en diferentes momentos de la vida?
  • Y lo más importante: ¿cómo podemos aprender a gestionarla y dejarla atrás?

Vamos a descubrirlo junt@s, incluyendo una herramienta clave del libro Sin miedo.

¿Qué es la ansiedad anticipatoria?

La ansiedad anticipatoria es como un «simulacro mental» de lo peor que podría pasar. Nos proyectamos hacia el futuro y visualizamos escenarios negativos que, en su mayoría, no ocurrirán jamás.

Por ejemplo: “¿Y si me equivoco en la presentación?”, “¿Y si me rechazan?” o “¿Y si no lo consigo?”.

El problema es que este hábito mental genera una tormenta emocional de miedos irracionales y bloqueos que dificultan nuestra vida diaria.

Sin embargo, con un método adecuado, ¡es completamente superable!

Las causas de la ansiedad anticipatoria en las diferentes etapas de la vida

La ansiedad anticipatoria puede surgir en cualquier momento, pero sus causas varían dependiendo de la etapa en la que nos encontremos:

  1. En la infancia: miedo al abandono o al fracaso
    Los niños tienen una imaginación vívida y suelen temer que algo malo suceda: un examen difícil, una separación de los padres o no ser aceptados por sus compañeros.
  2. En la adolescencia: presión social y expectativas
    La adolescencia es un periodo de cambios intensos. Aquí, la ansiedad suele girar en torno al temor al rechazo, a la opinión de los demás o a no cumplir con las expectativas escolares o familiares.
  3. En la adultez joven: grandes decisiones
    Elegir carrera, emprender un proyecto o empezar una relación son retos importantes que pueden disparar la ansiedad anticipatoria con preguntas como: “¿Y si me equivoco?”.
  4. En la adultez media: carga de responsabilidades
    En esta etapa, la ansiedad está ligada a preocupaciones sobre la estabilidad económica, la crianza de los hijos o el cuidado de familiares mayores.
  5. En la vejez: temor al deterioro y la pérdida
    Muchas personas mayores se enfrentan al miedo de la enfermedad, la soledad o la pérdida de sus seres queridos, lo que puede intensificar los pensamientos anticipatorios negativos.

Las causas más comunes de la ansiedad anticipatoria

Aunque los motivos pueden variar de una persona a otra, hay ciertos patrones comunes que suelen disparar este tipo de ansiedad (independientemente de la etapa vital):

  1. El miedo al fracaso
    La idea de no estar a la altura de una situación (un examen, una entrevista, una presentación) es uno de los mayores desencadenantes. Nos preocupamos por no cumplir expectativas, ya sean propias o ajenas, y esto nos lleva a imaginar el peor desenlace posible.
  2. La búsqueda de la aprobación
    El deseo de ser aceptados o valorados por los demás nos pone en una situación de vulnerabilidad. Si creemos que podemos fallar o que algo de nosotros será juzgado, el miedo se activa como mecanismo de defensa.
  3. Experiencias pasadas negativas
    Cuando hemos tenido situaciones difíciles o traumáticas en el pasado, es natural anticipar que podrían repetirse. Por ejemplo, si en una ocasión te bloquearon los nervios hablando en público, puedes empezar a temer que siempre ocurrirá lo mismo.
  4. La sobreestimación del riesgo
    A menudo, las personas con ansiedad anticipatoria tienden a exagerar la probabilidad de que algo salga mal. Frases como “Seguro que me voy a equivocar” o “Es imposible que lo haga bien” se convierten en verdades absolutas, aunque no tengan fundamento.
  5. La intolerancia a la incertidumbre
    Vivimos en un mundo donde queremos tener todo bajo control, pero la realidad es que la vida está llena de imprevistos. Las personas que tienen baja tolerancia a la incertidumbre sufren mucho al imaginar escenarios que no pueden predecir ni controlar.
  6. Un estilo de vida estresante
    El estrés prolongado nos deja en un estado de alerta constante. Cuando nuestro cuerpo y mente están tensos, es mucho más fácil que caigamos en pensamientos ansiosos sobre el futuro.
  7. La falta de confianza en uno mismo
    Las personas con baja autoestima o inseguridad suelen anticipar problemas porque no confían en sus propias capacidades para afrontar desafíos. Esto genera una espiral de preocupación y evitación.
  8. El miedo al miedo
    Como señala Rafael Santandreu en su libro Sin miedo, uno de los mayores detonantes de la ansiedad anticipatoria es el miedo al propio miedo. Pensamos: “¿Y si me pongo ansioso en ese momento y no sé qué hacer?”, lo que crea un círculo vicioso que alimenta la ansiedad.
  9. Ansiedad relacionada con trastornos hormonales
    Cambios hormonales importantes, como los que ocurren en el Trastorno Disfórico Premenstrual (TDPM), pueden ser un desencadenante significativo de ansiedad anticipatoria. Estos desajustes hormonales acentúan la irritabilidad y aumentan la sensibilidad al miedo y a la preocupación. Muchas mujeres con TDPM reportan niveles elevados de ansiedad en los días previos a su ciclo, lo que puede hacer que se sientan emocionalmente más vulnerables ante posibles desafíos futuros.

Fragmento del libro Sin Miedo

En Sin miedo, Rafael Santandreu explica cómo lidiar con la ansiedad anticipatoria desde la aceptación y la paciencia.

Aquí te comparto un fragmento muy revelador:

«Recuerdo que trabajé mucho lo del miedo al miedo. Entendí que el pánico era consecuencia de anticiparse al propio miedo. Y que debía ser paciente.

También recuerdo las recaídas.

Empecé a tener días de claridad y paz mental. Entonces, veía claro que todos esos miedos eran tonterías. Sin embargo, a los dos días, volvía el mismo temor con la misma fuerza y convicción. Pero algo había cambiado, porque, en el fondo, tenía la confianza de que se volverían a marchar.

Fue fundamental no contestar a la charla de los pensamientos. No rumiar, ¡por mucho que el miedo me quisiese obligar a hacerlo!

Me repetía unos mantras para hacer frente a los pensamientos irracionales, como, por ejemplo: ‘Una persona normal no piensa así, por lo tanto: Ciao, ciao, ciao, ciao!’. Entonces me ocupaba de otra cosa y dejaba los pensamientos ahí, sin que supusieran la más mínima tensión. Y de este modo fueron perdiendo fuerza hasta desaparecer.

Fueron muchas las recaídas, pero más fuerte la persistencia y la fe. Aunque tengas una recaída muy fuerte —y entres en la lucha y la locura—, piensa que siempre puedes volver a ponerte las pilas. Y cuanto antes retomes el trabajo, mejor.

Aceptar implica fundirse con la ansiedad, dejar que te invada totalmente.

Yo me decía: ‘Que dure lo que tenga que durar; esto es un proceso de sanación’.»

El método de los 4 pasos para superar la ansiedad

Para superar la ansiedad anticipatoria y cualquier tipo de ansiedad, el método de los 4 pasos es una herramienta clave.

Este método no solo te ayuda a aceptar la ansiedad como algo natural, sino que te enseña a cambiar los pensamientos que la generan y a enfrentarte a las situaciones temidas.

Puedes aprender más sobre cómo aplicar este método en nuestro artículo sobre cómo eliminar la ansiedad para siempre o en el libro Sin Miedo, donde está explicado con ejemplos prácticos.

Siempre hay soluciones

La ansiedad anticipatoria puede parecer un monstruo gigante, pero en realidad es un hábito mental que podemos solucionar.

Requiere práctica, paciencia y las herramientas adecuadas.

Si sientes que necesitas apoyo en este proceso, no dudes en contactar con nuestro equipo. Juntos podemos trabajar para recuperar tu paz interior y ayudarte a disfrutar del presente.

¡Ánimo, que todo es posible! 😊

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